El diablo de Tandapi
La figura, que está a 30 metros del suelo, tiene 20 metros de alto y sobresale en la punta de una loma que da hacia la curva de la vía. El rostro tiene dos cuernos que se elevan sobre la frente; la nariz puntiaguda, la boca, semiabierta, deja al descubierto dos colmillos. En la base está escrita la frase, en mayúsculas, «El poder brutal».
Fue esculpida entre 1985 y 1987, por César C. Octaviano Buenaño, tractorista empleado del Ministerio de Obras Públicas
El Ángel Caído: Parque de El Retiro-Madrid
La fuente de El Ángel Caído es un lugar de referencia en cuanto a localizaciones simbólicas en la Villa de Madrid. Se trata de una estatua cuanto menos inquietante que representa a Luzbel, en referencia a todo aquel tipo de conocimiento arcano. Se encuentra a una altitud topográfica de 666 m por encima del nivel del mar, lo que ha hecho que se convierta en un sitio de culto para los aficionados a los temas misteriosos por considerarlo una suerte de homenaje a Lucifer. En la mitología hebrea no bíblica Lucifer o Luzbel era un ángel muy hermoso que por soberbia se rebeló contra Dios queriendo ser tan poderoso como él por lo que fue expulsado del cielo por el ejército del Arcángel Miguel como castigo, junto con el ejército de ángeles rebeldes que arrastró consigo, siendo desde ese momento reconocido como un Ángel caído.
Desde arriba la madrileña plaza con la estatua dedicada a Lucifer, posee un simbolismo en absoluto casual. La fuente muestra una forma octogonal, lo cual se asocia -entre otras cosas- al planeta Venus, que es el «lucero del alba» y que se corresponde con Lucifer. Y la propia plaza es pentagonal. El pentagrama se asocia desde antiguo también con Venus y, por tanto, con la figura de Lucifer.
Poblado talaiótico Talati de Dalt-Menorca
Ubicado a escasos kilómetros de la ciudad de Maó, Talatí de Dalt es uno de los poblados más importantes de la prehistoria menorquina. El poblado talayótico conserva algunos monumentos espectaculares entre los que destacan dos cuevas naturales posiblemente utilizadas para enterrar a los muertos en época anterior a la cultura talayótica. Talatí de Dalt también conserva dos talayots situados en el perímetro del antiguo poblado, diversas casas talayóticas y una parte del muro que rodeaba el recinto.
Según parece, una comunidad de pastores se estableció en esa zona en la segunda mitad del tercer milenio a.C., pero el poblado funcionaba como tal desde finales del segundo milenio a.C. hasta el año 123 a.C., cuando los romanos entraron en Menorca. El momento de máxima actividad del poblado se sitúa entre los siglos IV y II a.C., época en la que los comerciantes púnicos de Eivissa distribuyeron todo tipo de productos entre las comunidades talayóticas del archipiélago balear.